Bien,
parece que tras varios meses de frenético trabajo e incontables
novedades, por fin, el calificado por muchos de sus usuarios como
“genial y brillante” Marcus Kuterberg (Edad:29), fundador y jefe de
desarrollo de la compañía , que tanto está dando que hablar. Cuéntenos, señor Kuterberg, ¿cómo se siente ante este repentino éxito?
Sacharissa Cripslock, reportera del Ankh Morpok Times:
MK:
Bueno, la verdad es que aunque esperábamos algo así, no puedo dejar de
sentirme asombrado. Por cierto, una puntualización para sus lectores, ya
que los he visto caer en ese error algunas veces, el apellido se
pronuncia Cat-er-ber, puede que suene muy puntilloso al mencionar esto,
pero mis padres me inculcaron un profundo respeto por la genealogía.
SC: Entiendo, Sr. Kuterberg, Y dígame, ¿qué se siente al estar considerado como el “inventor del siglo”?
MK:
Bueno, la verdad es que siempre me he considerado una persona humilde,
alguien que podía aprender mucho de todo el mundo. Supongo que esta es
mi forma de devolver al mundo todo lo que he aprendido.
SC: Por supuesto. Lo cierto es que nadie se podía imaginar el rotundo éxito que ha tenido su invento, ¿no es así?
MK:
Bueno, lo cierto es que sí que hay quien creyó en mí desde el
principio. El Sr. Escurridizo me ha permitido gozar de amplias
oportunidades y de vía libre en la realización de mi sueño. Lo cierto es
que pese a ser el presidente de la compañía, trata de darnos a mi y a
mi equipo todo el margen de acción posible.
SC:
Por supuesto, mis lectores conocen muy bien la amplitud de miras del
Señor Y.V.A.L.R. Escurridizo. Por favor, cuéntele a los lectores alguna
anécdota divertida o curiosa acerca de su trabajo diario.
MK: Bueno, supongo que podría contarles por qué el logo de la empresa y el botón de “Me gusta” son como son.
SC: ¡Estupendo!
MK:
Bueno, todo comenzó cuando estábamos redactando las especificaciones de
un nuevo proyecto, las salas de mensajes, donde varios interlocutores
podrán enviarse mensajes, que serán leídos por todos los miembros de la
sala de forma simultánea. Algo así como una conversación abierta. La
cuestión es que cuando ya teníamos listos los documentos, y antes de
llevárselos al Presidente para que los firmara y autorizara el
desarrollo del producto, Missi, mi gata, aprovechó un momento de
descuido para cotillear los papeles, cosa que siempre hace. Pero esta
vez había metido una pata en un tintero, por lo que, cuando se acercó,
dejó una huella justo donde Escurridizo debería haber firmado. Yo no
sabía qué hacer y tampoco había tiempo para reescribir, lo cual fue una
suerte, pues cuando Escurridizo lo vio tuvo claro que ahí había una gran
idea. De hecho, desarrollamos el botón “Me gusta” casi antes que las
salas de chat, pese a ser un desarrollo un tanto más complicado.
------------Viernes y sábado a las 22:30
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